PROGRAMA DE INTERVENCIÓN
COMUNITARIA
Cohesión Social y Redes de Apoyo Social

Como se especificó previamente, un determinante social clave en la salud y el bienestar social, es la cohesión social, entendida como “…la eficacia de los mecanismos instituidos de inclusión social como los comportamientos y valoraciones de los sujetos que forman parte de la sociedad. Los mecanismos incluyen, entre otros, el empleo, los sistemas educacionales, la titularidad de derechos y las políticas de fomento de la equidad, el bienestar y la protección social” (CEPAL, 2007), abarcando ámbitos tan diversos como la confianza en las instituciones, el capital social, el sentido de pertenencia y solidaridad, la aceptación de normas de convivencia y la disposición a participar en espacios de deliberación y en proyectos colectivos. Dada la relevancia que tiene para el programa la noción de cohesión social, se ha decidido trabajar en dos de sus componentes más permeables a la participación de los estudiantes, que son el capital social y las redes de apoyo. Entendiendo capital social desde la perspectiva de Nam Lin (2004), quien lo conceptualiza como “…un activo social generado por las conexiones entre actores y constituido por recursos de los que se carece, que otros poseen y a los que se puede acceder porque quien los posee desea ejercer influencia”. Es decir, entiende al capital social como los recursos arraigados en redes sociales a los que unos actores acceden y los usan para acciones. Estas redes pueden ser formales o informales y operacionalmente definidas a través de niveles de organización y relaciones de confianza (Piort Sztompka, 1999).

Bajo este marco, entendemos la red de apoyo social como una de las dimensiones clave de la vida comunitaria y que, por tanto, es susceptible de ser modificada durante el proceso de desarrollo comunitario. Ello implica un proceso de construcción permanente, tanto individual como colectivo, de intercambios dinámicos entre los integrantes de un grupo e integrantes de otros grupos sociales. Así, este proceso es concebido como el funcionamiento de “redes naturales de ayuda”, aludiendo a un fenómeno básico de interacción humana, en el cual las personas reciben ayuda de otras fuentes naturales de apoyo, donde además su principal relevancia radica en que estas diversas relaciones mutuas entre los miembros de los grupos y colectivos, son un determinante social de la salud y el bienestar.