PROGRAMA DE INTERVENCIÓN
COMUNITARIA
Desarrollo Comunitario

Por Desarrollo Comunitario entendemos la relación entre comunidades y el comportamiento humano, con énfasis en su aplicación tanto a la prevención de los problemas sociales y psicosociales, como también a su abordaje y solución (Sánchez, 2007). Lo anterior, desde la comprensión y acción en los determinantes sociales y a través de la modificación planificada de esos sistemas sociales (Marchioni, 2001).

Desde esta perspectiva, se entiende a la comunidad como un grupo social dinámico, histórico y culturalmente constituido, que comparte intereses, objetivos, necesidades y problemas, que pertenece social y culturalmente a un espacio o territorio y en un tiempo determinado, y que genera y actúa colectivamente en base a su identidad. Por tanto, resulta crucial que los diferentes actores del Programa de Intervención Comunitaria sean capaces de concebir que la comunidad es preexistente a su presencia, es decir, un sujeto y no un mero objeto, pasivo o sólo referido al territorio en donde transcurre su vida cotidiana (Montero, 1998). En este sentido, el Desarrollo Comunitario no crea la comunidad, sino más bien, debidamente implementada, busca activar procesos de mejora y desarrollo de sus capacidades y recursos preexistentes o potenciales, incluyendo en cada fase las prioridades compartidas por todos los múltiples agentes participantes en la vida comunitaria (Marchioni, 2001). Es decir, el proceso de Desarrollo Comunitario supone necesariamente la construcción de un proyecto colectivo, comunitario y común entre estudiantes, docentes, vecinos, vecinas, líderes sociales y autoridades municipales, proceso que forma a los estudiantes en el respeto del saber de la comunidad, capaces de facilitar el fortalecimiento de redes de apoyo activas y en conjunto con los vecinos y vecinas reconocer las causas de la salud; y, por tanto, canalizar los requerimientos y las propuestas de solución a los diferentes actores responsables del bienestar y la equidad social. Y a su vez, en conjunto, se transformen en actores constructores de su salud y Bienestar Social, y Subjetivo de su propia comunidad.

La literatura plantea que el proceso de Desarrollo Comunitario también puede medirse operacionalmente por medio de las características de las redes sociales existentes en ella, así como por medio de los grados de Bienestar Social y Subjetivo que experimentan sus miembros. Por lo tanto, estos se configuraron como elementos centrales del Programa de Intervención Comunitaria.