PROGRAMA DE INTERVENCIÓN
COMUNITARIA
Fundamento de investigación y difusión del conocimiento

La investigación asociada al Programa de Intervención Comunitaria, plantea la necesidad de teorías e investigaciones aplicadas y participativas, que nos desafían a mirar y reflexionar sobre el entorno, que aproximan la realidad social a las trayectorias académicas de los estudiantes, propiciando la construcción del conocimiento desde y para las personas. Una investigación orientada a la producción de conocimiento que está en la cotidianidad, en el espacio intersubjetivo de acción, donde se originan las relaciones sociales y se produce la convivencia y la vida comunitaria; en este caso, docentes, estudiantes, dirigentes sociales, vecinos y vecinas. La investigación aplicada y participativa, se caracteriza por su interés en las consecuencias prácticas del conocimiento, “busca conocer para hacer, para actuar (modificar, mantener, reformar o cambiar radicalmente algún aspecto de la realidad social). Le preocupa la aplicación inmediata sobre una realidad circunstancial y tiene como finalidad producir cambios con el objeto de resolver problemas o de actuar sobre algún aspecto de la realidad social” (Ander-Egg, 1995). Una investigación orientada a la acción y al cambio social, con una postura política que asume la no neutralidad. Una investigación aplicada, con métodos y técnicas de investigación que son producto, al igual que cualquier otro conocimiento, de una práctica contingente, es decir, socialmente situada (Bassi, 2013). Desde esta perspectiva, los datos pueden obtenerse a partir de individuos y de metodologías, tanto cualitativas como cuantitativas, dando lugar a la reflexión y discusión colectiva entre los diferentes actores del programa y generando un proceso de transformación, tanto a quien aplica el instrumento, como a quien le es aplicado, transformación que es un objetivo explícito para todos los involucrados (Montero, 1998), en este caso, los vecinos y vecinas del barrio.

Una investigación acción-participativa (Montero, 2012), que devuelve la información a la comunidad, incorpora a la comunidad en la práctica, va integrando la información que va obteniendo en el proceso. En ese sentido, “el proceso de investigación está destinado a entregar conocimiento al tiempo que se generan cambios en la comunidad en cuestión, es decir, no hay sólo una vocación enciclopédica, sino también una de cambio social” (Bassi, J. 2013 pp.61), sustentada en las bases teóricas y metodológicas del programa, que suponen la sinergia constante entre los componentes pedagógico y el territorial. De esa manera, la producción de conocimiento y, por tanto, la investigación aplicada, asumen un rol fundamental en el desarrollo comunitario como estrategia de acción y cambio social, pues implica la participación de todos los actores que forman parte del contexto social involucrado: estudiantes, docentes, vecinos, vecinas y líderes sociales, a la vez que permite producir un conocimiento bidimensional, ya que por una parte, entrega insumos para la generación de nuevas líneas de investigación docente y estudiantil, y por otra, retroalimenta a la comunidad y a sus representantes para la toma de decisiones informadas y contextualizadas en la información producida.

De lo anterior se desprende que el modelo de investigación del Programa de Intervención Comunitaria sigue el mismo ciclo de la intervención en el componente territorial y del proceso formativo en el componente pedagógico. En resumen, podemos decir que el sustento teórico del programa, junto con las opciones metodológicas y de investigación, se complementan en una armonía ideológica y con un mismo fin, que es formar un profesional con una mirada teórico-práctica orientada a apoyar y gestionar intervenciones sociales en conjunto con la comunidad, con un enfoque de intersectorialidad y de equidad, mejorando la atención de salud y colaborando con otros servicios sociales para fomentar la participación social y el trabajo interdisciplinario. Con una matriz valórica de responsabilidad ciudadana, ética profesional y compromiso comunitario, orientado a mejorar las condiciones de vida de las personas.